domingo, 21 de junio de 2015

Esperando a la aurora

Hola personitas que pueblan el mundo, hoy os traigo uno pequeño microrrelato que he escrito estos días, esperaba terminarlo antes pero parece ser que estoy un poco oxidada después de tanto tiempo sin escribir. Bueno espero que os guste.


Esperando a la aurora

Miro por la ventana de la habitación del hotel, el paisaje es precioso. Me pongo mi abrigo, las botas de montaña y me encamino hacia el bosque. Poco a poco va oscureciendo sin que me de cuenta mientras camino, en medio del silencio tan solo se escucha el leve crujir de mis pisadas en la nieve. No debe faltar mucho. Por fin llego a mi destino, es noche cerrada pero aún se puede apreciar toda la belleza que se encuentra en las montañas, el valle y los árboles. Me encanta venir a este lugar cuando estoy de vacaciones, me relaja y hace que me olvide de todo. Me siento en una roca al borde del precipicio mientras espero a que las primeras luces del alba aparezcan entre las montañas tiñendo el valle que tengo a mis pies de color anaranjado. Por fin llega la hora. La belleza del momento es tal que no puedo evitarlo, siento como si el peso de las responsabilidades acumuladas se evaporara y se fundiera con el rojo del horizonte. Caigo de rodillas ante la escena, me cubro la cara con las manos mientras las lágrimas brotan de mis ojos. Elevo la vista al cielo y dejo que el viento acaricie mi rostro suavemente, apoyo mi espalda contra un árbol mientras el cansancio se va apoderando de mí hasta que ya no puedo mantenerme despierta, cierro los ojos y me quedo dormida.





miércoles, 17 de junio de 2015

Recuperamos la normalidad

Hola de nuevo personitas que pueblan el mundo, sé que os prometí muchas cosas pero esque después de los exámenes externos tocaban los globales y por último... SELECTIVIDAD!!!! 
Así que os pido disculpas por el retraso en las publicaciones, espero poder llevar un ritmo más o menos constante a partir de ahora, con una media de publicación cada dos-tres días aunque seguramente en agosto va a ser un poquito más caótico pero bueh.
Me he planteado una serie de metas para el blog, algunas ya están dichas en la última entrada pero quiero añadir una, me gustaría remodelar lo que viene siendo la apariencia un poquillo, solamente para que quede un poco más decente.
Otra cosilla que quería comentaros es que he ido a la feria del libro.
Me fui con mi queridísima amiga Allison McCollin que NUNCA había ido a una (impresionante verdad?), el caso es que nos fuimos las dos toda la tarde a ver libros y la verdad es que estuvo muy bien. Justo fuimos el día en el que firmaba Albert Espinosa lo cual le encantó porque consiguió que le firmara su último libro, yo también me apunté aunque he de reconocer que no me he leído nunca ninguno suyo pero siempre hay una primera vez para todo. Fue una tarde maravillosa, es una pena que cayera justo en las PAU porque me habría encantado ir cada día a disfrutar de los distintos autores y libros que allí se exponían. Al final solo me llevé dos, el de Albert y uno para mi hermano pequeño que con lo estresada que he estado no le he hecho demasiado caso al pobre y quería recompensarle de alguna forma.
Después de recalcar mi incesante pasión por la lectura me despido por ahora a la espera de que redacte la siguiente entrada (con todo el tiempo libre que tengo estos días no descartaría su aparición mañana mismo). 

domingo, 19 de abril de 2015

Mi fantasma, el silencio

Lo primero de todo quiero pedir perdón por este parón tan repentino y sin avisar que ha habido, la verdad es que se me echaron encima los exámenes y no pude avisaros.
Esta entrada también es para pedir disculpas por el retraso que llevo con la entrada de las nominaciones, sé que llevo con ella media vida pero esque no hay tiempo; también llevo muchísimo retraso con Ausker y la verdad es que eso es lo que más me duele pues me encanta escribir y con ella me lo estaba pasando de miedo. Tampoco he leído casi nada y tengo una pila de libros que amenazan con sepultarme bajo su peso como no empiece con ellos. Resumiendo que tengo un retraso enorme con todo.
Me encantaría poder escribir una entrada a la semana por lo menos, pero jo no me da tiempo ni para dormir (los sábados y domingos madrugo para estudiar). 

Os explico. Hace dos años se me metió en la cabeza que no quería hacer un bachillerato normal y como soy muy rubia se me ocurrió meterme al BI. Para los que no lo sepan BI son las siglas de Bachillerato Internacional (para más información pinchar aquí). 
Pues al final entré, estoy ahora en 2ºBI y acabamos el 30 de Abril (para el que viva debajo de una piedra es en 11 días) porque en mayo tenemos los exámenes externos por lo que tenemos que acabar dos semanas antes que el resto del mundo (los días de los exámenes no nos pueden poner ningún otro) y como los señores del BI son muy majos nos han puesto el primero el día 4 que es fiesta. Además nada más acabar tenemos dos semanas y selectividad. Madre me estreso solo de pensarlo.
Y esto de explicaros mi vida académica a qué viene os preguntaréis, pues es muy sencillo, que no voy a poder escribir nada por lo menos hasta que acaben los exámenes externos. Estoy llorando por dentro de verdad. Pero no os preocupéis porque volveré con renovadas fuerzas (sin contar que después de las PAU me voy a la Feria del Libro je, aunque puede que vaya a la blogger no sé ya veré) con nuevas historias, libros, entradas que no tendrán ningún sentido pero que estarán ahí y con mi querida Ausker.
De momento os voy  a dejar dos cositas porque soy así de genial, una de ellas es un micro-relato/relato corto (no sé muy bien donde colocarlo pero bueh) que escribí para el concurso del instituto pero que al final no presenté aunque el tema de este año era perfecto hasta para escribir un libro: el silencio.

Mi fantasma, el silencio

 Levanto la cabeza de la almohada y noto el conocido escozor de ojos que sigue al llanto, sin ganas de nada me incorporo en la cama. Sigo llevando la misma ropa que el día anterior pues no me había molestado en cambiarme antes de quedarme dormida. Lenta y dolorosamente me dirijo hasta el baño, abro el grifo y dejo que el agua acaricie mis manos mientras espero a la temperatura adecuada. Cuando ya está lista me desnudo y miro en el espejo, tan solo veo el fantasma de lo que una vez fui, de aquella muchacha pelirroja y llena de energía tan solo quedo yo, con los ojos hinchados de llorar en silencio junto a la almohada y quince kilos menos. Me meto bajo el agua dejando que descienda por mis cabellos eliminando algo más que el olor a tabaco de la noche anterior.
Salgo de la ducha y me envuelvo con una toalla, me siento en el suelo con la espalda apoyada en el radiador dejando que mi cuerpo se seque. Una vez lista y aún descalza voy de nuevo a la habitación. No me apetece buscar nada para ponerme así que recojo el pijama que había dejado en la cama al llegar de madrugada y me lo pongo. Recorro la casa con la esperanza de hallar algo que me reconforte ya que empiezo a notar como las lágrimas comienzan a acudir a mis ojos. Al pasar por su habitación la observo hasta que la primera gota resbala por mi mejilla. Entro y me siento en el borde de su cama, recorro con los dedos los suaves dibujos de las sábanas mientras dejo vagar mi mente hasta el día en que las compré.
Salgo cerrando la puerta tras de mí, ya no lo puedo aguantar más, la presión de mi pecho ha ganado la batalla contra mi voluntad. Apoyo la espalda contra la pared y me dejo caer hasta sentarme en el suelo. Sollozo en silencio hasta quedarme sin fuerzas, con un dolor que me recuerda constantemente que ya no está, que estoy sola.

Y aquí os dejo la otra, una especie de poema que hice en un taller de poesía el miércoles, no es nada del otro mundo pero me gusta probar cosas nuevas aunque sea una negada.

 Cuando el cielo se torne oscuro, con miedo a la luz
Cuando las velas se apaguen con un simple susurro
Cuando lo único que se pueda escuchar sea el silencio
Cuando un payaso sea incapaz de sonreír
Entonces se habrá perdido toda esperanza


martes, 10 de febrero de 2015

Be your own anchor

Hola personitas del mundo, soy consciente de que he tenido esto un poquito abandonado pero es que he estado muy ocupada con cositas del instituto. Dentro de poco subiré las nominaciones que he recibido lo prometo (la entrada está a medias).
De momento me gustaría hablaros de algo que me tiene bastante preocupada a la vez que molesta. Ahora mismo estoy cursando una modalidad especial de bachillerato que es el internacional, básicamente son dos años que pasas con las mismas personas (si repites te vas al normal) y en ellos tienes que hacer más trabajos que en el loe (exploración matemática, monografía, ensayo de filosofía, prácticas...).
Si ya de por sí segundo de bachillerato tiene asociado un nivel de tensión y estrés debido a Selectividad el internacional lo incrementa, haciendo que el ver a las mismas personas siete horas al día (tenemos séptima todos los días) cinco días por semana en este ambiente, se convierta en un auténtico desafío. 
En estas circunstancias hasta la persona más tranquila se vuelve borde.
Yo os hablaré de mi caso. Personalmente no me gusta ver a la gente discutir como tampoco el que me levanten la voz y últimamente en clase pasan  estas cosas. Comprendo que es producto del estrés y la falta de horas de sueño, pero esto hace que, según Allison, me haya convertido en una borde pasiva. No termino de entender el concepto pero sé lo que me quiere decir con eso. También sé lo que se siente cuando no levantas cabeza, cuando solo recibes malas noticias y ves que las cosas no mejoran. Día a día puedo observarlo.
Por ello lo que voy a decir ahora es para todo aquel estudiante, independientemente de lo que estudie y del curso en el que se encuentre, que esté viviendo estas situaciones.

Todas las personas que conocemos a lo largo de nuestras vidas nos marcan y queda siempre un poquito de ellas en nuestros corazones, pero entre toda esa multitud siempre hay una que destaca. Es esa persona que nos recuerda el poder que tiene una palabra, un abrazo, una sonrisa...
Hay momentos en los que todo es negro y no conseguimos ver la luz al final del túnel, cuando no queremos hablar con nadie y tan solo esperamos al siguiente golpe que nos hunda un poquito más. Aquí es cuando necesitamos que nos recuerden que no estamos solos, que siempre habrá alguien a nuestro lado extendiéndonos una mano para ayudarnos a salir pues una vez alcanzado el fondo lo único que queda es ascender.
Si prefieres estar solo porque crees que es lo mejor, adelante nada te lo impide, pero levántate y nunca dejes de luchar. Cuando te caigas no te pares a lamerte las heridas, ponte en pie y sigue caminando sin parar. No importa el destino, tan solo la voluntad.

miércoles, 21 de enero de 2015

Libros

Hola personitas del mundo, hoy he venido a indignarme. Sí a indignarme. No me puedo creer que la literatura haya caído tan bajo. Desde hace unos años (más o menos desde la publicación de crepúsculo)  se ha producido un enorme boom de libros absurdos y sin sentido que lo único que hacen en la vida de un buen lector es estorbar. Me estoy refiriendo a libros de autores como Blue Jeans o Moccia. ¿Por qué han tenido éxito? Por que la mayoría de la gente tiene el cerebro tan alienado por culpa del móvil que se han vuelto lectores vagos (eso los que leen porque algunos se acercan a un libro tanto como un vampiro al ajo) y ya no buscan un libro con un poco de historia que te haga pensar y te obligue a imaginarte las cosas, lo que quieren es que les den las historias ya masticadas para no tener que hacer el esfuerzo ellos solitos. Para mí ese tipo de libros están bien si tienes trece años, pero ya está. He de admitir que tengo Buenos días princesa en mi casa, en mi defensa diré que fue un regalo y no podía hacer el feo de no leerlo, no lo haré de nuevo. ¿Pero qué es lo que le pasa a la gente? ¿Es que ya no pueden leer nada que no lleve el sello de Best-seller aunque sea penoso? En momentos como ese pierdo un poquito la fe en la humanidad, entonces llega mi prima y me regala libros guays porque ella no los quiere y, aunque quede demostrado lo dicho anteriormente, me alegro un poquito. Por favor, mirad en las estanterías de vuestras casas y hallaréis auténticos tesoros que merecen la pena, de verdad.
Para que veáis que lo que os digo es cierto, os dejo tres libros que encontré rebuscando en las estanterías de mi casa, no los juzguéis por la portada, de verdad que si les dais la oportunidad os encantarán.












No he querido comentar ninguno porque prefiero que descubráis vosotros mismos el placer de tener uno en vuestras manos y saborearlo poco a poco. Para los que tengáis dudas sobre cuál leer, os digo que el primero te hace pensar, los dos últimos están basados en hechos reales (ninguno se hace pesado) y los tres os harán disfrutar de cada instante en su compañía.

martes, 20 de enero de 2015

¿Qué es lo que realmente quieres para ser feliz?

Hola personitas del mundo, hace mucho que no subo ninguna entrada pero jo estaba super liada con exámenes y con trabajitos varios, así que no he tenido tiempo.
Creo (y espero) que todos vosotros hayáis visto esa nueva campaña de sensibilización contra el cáncer, si no lo habéis hecho deberíais salir de la cueva en la que vivís y verlo, por si acaso os dejo el enlace al vídeo aquí. En este vídeo separan a dos personas por un biombo y les preguntan qué deseo pedirían y qué es lo que les hace felices, a un lado hay personas sanas (sí sanas, no normales, normales somos todos) y al otro enfermos de cáncer o familiares. Escuchas lo que dice cada parte y te das cuenta de que es posible el hecho de que si te ves en esa situación respondas lo mismo que los primeros. Y esto me ha hecho pensar.
Vivimos en una sociedad en la que el dinero lo es todo, lo mueve todo y la mayoría de la gente actúa por él. Esta sociedad nos ha convertido en personas demasiado materialistas como para poder darnos cuenta de que hay algo más allá de tener el mejor móvil del mundo o la ropa más bonita, veo a niños de trece años por la calle más preocupados por su aspecto que por ser buenas personas, por ser guays antes que ser solidarios. El dinero, las posesiones en general dividen y catalogan a las personas desde hace mucho tiempo pero hay algo que siempre nos mantiene unidos. Ese algo es aquella espinita clavada en lo más profundo de nuestros corazones, ese anhelo más profundo ajeno a todo lo material, es algo que nos gustaría haber hecho, haber cambiado o algo que nos gustaría cambiar. A veces nos da vergüenza decirlo en voz alta por miedo a lo que pueda decir la gente, en mi opinión eso debería dar igual. Hoy voy a contar mi pequeña gran espina. Mi abuela murió hace tres años y la última vez que la vi la dejé llorando porque me estaba contando todas las penurias que pasó en la guerra, un mes después murió y no me dejaron ir a verla. Me habría encantado decirle "te quiero" una vez más, darle otro abrazo mientras le digo que el jersey que ninguna de mis primas quería lo uso siempre en invierno para estudiar y me encanta, al menos me hubiera gustado despedirme.Lloré en secreto su ausencia y esta se convirtió en mi espina, aún hoy mientras escribo esto llevo ese jersey de colores que tejió.
Lo que quiero decir con todo esto es, simplemente, que dejemos de ser tan egoístas y materialistas, la vida es demasiado corta como para preocuparse de cosas que no nos servirán de nada una vez muertos, mientras que lo que hagamos por otras personas quedará siempre ahí, en los recuerdos de la gente a la que has ayudado y eso es lo más importante. Sed solidarios

viernes, 2 de enero de 2015

Ausker: el despertar

Hola personitas del mundo, sé que os prometí el siguiente capítulo de Ausker pero mi padre me quitó el ordenador porque sí, porque puede. Bueno por fin hoy lo he recuperado y aquí os dejo lo prometido.

Desde que era pequeña hemos estado solas mi madre y yo. Cuando preguntaba por mi padre solía decirme que había muerto en la guerra estando ella embarazada, que le había amado desde el momento en el que lo conoció y que aún lo amaba. Crecí rodeada de verdes praderas y altas montañas en lo que hoy llaman Irlanda. Nunca fui una chica como las demás, a mí me gustaba caminar por el bosque y columpiarme en las ramas imaginando que podía volar, cuando crecí las cosas no cambiaron, yo seguí ayudando a mi madre todo lo que podía y pasaba mis ratos libres en el bosque. Al cumplir quince veranos mi madre empezó a inquietarse, al principio pensé que era porque yo aún no había encontrado a nadie de mi agrado, pero no era aquello lo que la mantenía en vela por las noches y la despertaba en la madrugada tras horribles pesadillas que yo intentaba aliviar por todos los medios. Una noche de luna nueva me apreció oír un ruido sordo en el piso de abajo, pensé que habría sido mi madre sin querer al intentar alcanzar algo a tientas, no le di importancia y seguí durmiendo. Instantes después empecé a notar olor a quemado mientras un denso humo se colaba por la puerta de mi habitación, antes de que yo pudiera darme cuenta unas fuertes manos me agarraron y me sacaron de allí por la ventana. Recuerdo que alguien me arrastró varios metros lejos de la casa mientras gritaba desesperada que fuera a rescatar a mi madre que estaba dentro, no me hizo caso y tuve que contemplar como se consumía la casa de mi infancia y mi madre junto a ella. En ese momento me desmayé. Aún hoy escucho sus gritos ahogados por el rugir de las llamas persiguiéndome a donde quiera que vaya.
Cuando me desperté todas las sensaciones de las noche anterior entraron en mí como un huracán arrasando todo lo que encuentra a su paso, no pude hacer más que taparme la cara con las manos y llorar. En ese mismo momento recibí un fuerte golpe en la cabeza con la misma fuerza con la que me sacaron a rastras de mi casa incendiada, me giré furiosa hacia mi atacante y lo que vi me dejó helada. Mi madre siempre fue una gran artista y una vez que derramé todo el cuenco de harina ella dibujó el contorno de un rostro.
-¿Quién es?
-Es tu padre cielo.
-Era muy hermoso, ¿verdad?
-Mucho más de lo que te puedes imaginar.
Jamás olvidaré su rostro al mirar aquel dibujo en la harina como tampoco la cara de aquel hombre. Ese hombre.... aquel que había provocado las lágrimas en mi madre en más de una ocasión, ese hombre al que creíamos muerto en combate, se encontraba en esos momentos ante mis atónitos ojos.
Noté como la furia se apoderaba de mí, me lancé a propinarle un golpe en el estómago y con asombrosa rapidez se apartó a un lado, volví a cargar contra él pero esta vez no se limitó a esquivarme con una agilidad sobrehumana sino que me propinó un fuerte golpe en la base del cráneo que nubló mi visión e hizo que me desmayara de nuevo.
Terroríficas imágenes pasaron ante mis ojos mientras me encontraba inconsciente: olor a pelo quemado, gritos, yo suplicando que parara, más gritos, fuego....
Me desperté de pronto empapada en sudor y con un leve mareo, esta vez tenía a mi lado unas cuantas frutas que supuse para mi por lo que las devoré en un segundo.
Me senté a reflexionar sobre los hechos sucedidos recientemente y noté como las lágrimas volvían a mis ojos, ahogué un sollozo al tiempo que recibía otro golpe esta vez en las costillas. Dispuesta a enfrentarme de nuevo a él me giré llena de cólera, pero no pude hacer nada, con una velocidad impresionante me tiró al suelo y ató mis manos y mis pies a distintas estacas impidiéndome movimiento alguno. Se giró hacia mí.
-Eres muy blanda
-Suéltame
-Pero tienes rabia dentro y eres bastante más ágil de lo que esperaba siendo criada por quien lo hizo.
-¿Quién eres?
-¿No lo adivinas? Vamos, sé que eres muy lista.
-Es imposible está muerto.
-¿Eso te dijo? Vaya no me lo esperaba.
-Que quieres de mí.
-Durante años he esperado este día, el día en el que por fin pudiera vengarme de la que me quitó la única posibilidad de continuar mi legado. Tu madre, al saber que estaba embarazada, huyó de mí, pero como una abeja atraída por la miel llegué hasta vosotras. Cierto es que yo lo que quería era un varón, pero ya he arriesgado demasiado y es posible que funcione.
Mi mente iba demasiado deprisa, él había prendido fuego a nuestra casa, había quemado viva a mi madre tan solo para vengarse por haberle abandonado, por eso estaba tan asustada aquellos días porque sabía que se acercaba, por eso lloraba al recordarle, le tenía miedo. Ese mismo miedo miedo corroía ahora mis entrañas y en lo único que podía pensar era en lo que me tenía preparado.
-¿Que funcione el qué?
-Tú, hija mía, a partir de hoy vas a ser un Dios
Con una uña cortó la piel de mis muñecas dejando que la sangre se derramara por el suelo tiñéndolo de rojo, acto seguido puso sus manos en los cortes y comenzó a murmurar unas palabras incomprensibles para mí, noté como las fuerzas me iban abandonando poco a poco. De pronto un fuerte latigazo de dolor recorrió mi columna, era tan intenso que pensé que me iba a explotar la cabeza, me retorcí de dolor mientras la temperatura aumentaba en los puntos en los que estaba atada, mi visión se oscureció y en ese momento me susurró al oído:
-Bienvenida  a un nuevo mundo de posibilidades.
Cuando el dolor cesó intenté moverme y descubrí que ya no estaba atada. Me incorporé con cierta dificultad y abrí los ojos. Todo había cambiado, yo había cambiado y en ese momento supe que ya nada volvería a ser igual.