jueves, 22 de mayo de 2014

Plata en el pelo y oro en el corazón

El otro día iba en el tren de camino a un cumpleaños y en un momento dado vi aparecer a una pareja de ancianos. Me recordaron muchísimo a mis abuelos.
Por desgracia hace ya unos años perdí a mi abuela y el ver a esa señora (que se parecía mucho a ella) reabrió antiguas heridas. Aún recuerdo cuando era pequeña y mi abuela me daba una galleta a escondidas, me guiñaba un ojo y sonreía. Recordarla a ella y a todos los buenos momentos que pasamos juntas me da fuerzas. Lo único que me duele es que la última vez que la vi estaba llorando porque me estaba contando cómo vivió su familia la guerra. La echo muchísimo de menos. Pero no estoy triste porque una parte de ella vive (y vivirá siempre) en mí, además mi madre dice que me parezco mucho a ella.
Pasando de nuevo a los ancianos del tren, he de decir que eran geniales. Se miraban y cogían de las manos como si fueran dos adolescentes y acabaran de empezar a salir. Ellos sí que han sabido mantener viva la magia que hay en el día a día.
Ayer mismo iba camino de mi casa muy contenta (suelo vivir contenta) y vi a un señor mayor con cara de pena sentado en un banco (es de estos señores que se sientan con tres más en el mismo banco, que tú te quedas mirándoles y piensas "¿cómo caben todos en el banco?"). Pues eso, estaba ese abuelo ahí, con cara mustia y decidí animarle la tarde.
Cuando pasé por su lado le lancé la mejor y más amplia de mis sonrisas y le dije:
-Buenas tardes
Levantó la mirada y se le iluminó la cara durante un instante.
-Buenas tardes
Y seguí andando.
Como podéis ver, las personas mayores tienen muchas experiencias vividas que están deseando compartir y son las personas que más Estrellas regalan, incluso a personas que no conocen. Por eso hay que quererles mucho y mimarles pues nos traen alegría.
Recordad siempre. Los abuelos son aquellas personas con plata en el pelo y oro en el corazón.

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